Todos perdemos un poco la noción de la rutina cuando nos vamos de vacaciones. Después de estar un par de semanas descansando y dejándonos llevar, perdemos el “mindset” con el que llevamos trabajando todo el año. La reincorporación a la oficina después de estos días de desconexión puede ser un poco dura. Por eso, desde la dirección de la empresa, hay algunas cosas que podemos hacer para facilitar al equipo la vuelta a la rutina.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que los primeros días son los más complicados, pero pasadas una o dos semanas todo irá volviendo a la normalidad. Como gerentes, es recomendable adoptar una actitud más flexible estos primeros días, y estar dispuestos a escuchar.
A causa de la pandemia, muchas empresas están empezando a incorporar un modelo de trabajo híbrido: trabajar unos días desde la oficina y otros desde casa. Si esta opción encaja con tu negocio, puede ser una buena alternativa a implantar en tu empresa. De esta forma, al trabajar desde la comodidad de sus casas, la vuelta al trabajo no será un cambio tan “drástico” para los trabajadores.
También es importante que los empleados organicen con antelación la vuelta a la rutina, ya que muchos se van de vacaciones y dejan tareas pendientes. Como dirigentes, les podemos ayudar de diferentes formas. Por una parte, podemos enviarles un correo electrónico el día previo de su reincorporación, poniéndoles al día de la situación de la empresa, el status de sus tareas y los avances que se han hecho. Por otra parte, podemos informar acerca de cuáles de sus tareas son prioritarias, para que se estructuren el trabajo de la manera en que consideren conveniente. Además, es importante gestionar la cantidad de trabajo que les encargamos, ya que no hay nada peor que volver a la oficina después de vacaciones y no tener nada que hacer. Lo recomendable es que sea una cantidad justa para no aburrirse, pero tampoco excesiva, ya que el nivel de rendimiento será más bajo.
Por último, un estudio demuestra la importancia de incorporar momentos de diversión y ocio en nuestras rutinas semanales, para evitar estar en constante espera del fin de semana. Como gerentes, podemos organizar eventos internos para todos los empleados (por ejemplo, una barbacoa o un aperitivo), o actividades para hacer con los compañeros fuera del horario laboral (como sugerir ir a tomar algo al final de la jornada). Además, les podemos ofrecer algunos beneficios para canjear en su tiempo libre, como descuentos o vales para ir a eventos culturales, el cine o un spa.
Un Saludo.
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